Y EL REY DE LA MANADA VOLVIÓ A RUGIR

Cuenta la historia que había un león blanco que había sido el Rey de la manada durante muchos años, pero un día uno de sus grandes colmillos se rompió. Le dolía porque además quedaba un trozo dentro, eso hizo que el Rey se distanciara de la manada, no se veía como aquel jefe que había sido durante años en los que había protegido y mantenido el orden entre todos/as .

 
   Un día uno de los cuidadores que había en aquella zona donde vivían en libertad optó por buscar profesionales que se desplazarán hasta allí y pudieran operarlo porque sabía que aquello haría que cambiara nuevamente. Instaló un hospital móvil donde pudieron operar a aquel viejo rey de 9 años, al final restauraron 4 dientes y pudieron sacar ese trozo de colmillo que tanto daño le hacía, cosieron y quedó perfectamente.



   Cuando ya se hubo recuperado, lo llevaron hasta la manada nuevamente, cierto nerviosismo tenía el cuidador ya que no sabía después de varios meses de aislamiento como reaccionaría tanto el león como el resto de la manada.

   Pero como siempre suele pasar, los animales volvieron a dar una lección de porqué siguen estando por encima de nosotros en amor incondicional. Nada más aparecer el resto de la manada lo recibió como se merecía y pronto estuvieron tumbados y lamiéndose. El Rey volvía a rugir como tiempo atrás y se volvía a sentir seguro de si mismo.

Moraleja: 

   A veces en la vida sufrimos pérdidas de trabajo, amistad o amor y lo que hacemos es alejarnos de todo dejando que el dolor nos mantenga en fuera de juego. No nos importa lo que fuimos ni lo que realmente hacíamos por los demás, tan solo nos quedamos aislados en el sentimiento de dolor e impotencia. Por eso yo hoy desde aquí te animo a que no dejes que el dolor te deje fuera de combate, te reto a que te quites el trozo de colmillo que te mantiene sumido en tu dolor y vuelvas a brillar con más fuerza que antes porque hay muchísima gente esperando a que saques el LIDER QUE LLEVAS DENTRO.