Sesenta y cinco años, tal vez setenta. Ahí estás después de 40 años trabajando, ha llegado tu momento de dejar de trabajar para el Estado, para pagar cada mes impuestos y más impuestos sobre el trabajo que realizabas dia tras día, mes tras mes y año tras año.
CASO NÚMERO 1:
Ahora será el Estado quien te pague a ti durante los próximos diez, quince o veinte años, pero llega la sorpresa y te das cuenta que después de cuarenta años quitándote una parte de sueldo, ves que lo que el Estado va a devolverte cada mes no te llega, es insuficiente para pasar los años "dorados" de tu vida, que tendrás que seguir ajustado y sin poder gastar más de lo necesario al igual que has estado haciendo estos últimos cuarenta años. INCREIBLE!! Eso piensas mientras te fustras por toda la vida que has perdido financieramente.
CASO NÚMERO 2:
Otras personas a la edad de treinta, cuarenta años se hacen un plan de pensiones o jubilación pensando en cuando llegue la hora de dejar de trabajar tengan un gran colchón para poder vivir tranquilamente. Al llegar dicha fecha la sorpresa viene cuando después de pasarse esas décadas y décadas destinando dinero al fondo de pensiones ven que el beneficio generado es ridículo, sí sí tienen la parte que destinaban cada mes y algo de beneficio, lo cual le da para los próximos 3 años vivir como se imaginaban para después vivir los siguientes diez o quince años como el caso número 1.
CASO NÚMERO 3:
Ahora hay otro grupo que a la edad de treinta años o cuarenta como el caso de arriba, destinan cada mes una parte de su sueldo a guardarlo para invertir en comprar activos, para invertir en aquello que les gustaría dedicarse. Se ajustan cada mes como el caso número 1 y número 2. Trazan un plan de acción y tienen sus metas completamente definidas. Piden asesoramiento a personas que saben como hacer lo que ellos quieren.
Y hacen que ese dinero guardado e invertido genere más dinero. Pero no se lo gastan, lo guardan otra vez y, vuelven a hacer lo mismo, invierten lo que tenían guardado, más lo que habían ganado más lo que han conseguido seguir guardando los meses posteriores y siguen haciéndolo hasta que después de cinco años, tal vez diez, viven a los cuarenta años el estilo de vida que desean, sin esas limitaciones financieras y sin miedo a cuando tengan que jubilarse, porque han creado un flujo del dinero lo suficientemente bueno que hace que el dinero siga multiplicándose mes tras mes.
Ya sea comprando activos o desarrollandote en aquello que te gusta, debes de invertir a partir de hoy una parte del dinero que ganas cada mes, dentro de unos años agradecerás este esfuerzo.
LA LIBERTAD FINANCIERA ES ALGO QUE SE ELIGE.
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