Dicen que un hilo rojo conecta a las personas, a aquellas que están predestinadas a encontrarse, a amarse o a tener tal sincronía que el Universo y el momento adecuado se encargará de presentarlas.
El hilo rojo se puede estirar, contraer o enredar, pero nunca romper. Es decir, pueden pasar épocas difíciles, pueden alejarse pero será temporal.
No hará falta que sigas el hilo, ni que analices a cada persona, simplemente cuando os veíais por primera vez o habléis os daréis cuenta de que algo especial, magnético y sin explicación está ocurriendo.
Estos hilos conectan personas que aun con un carácter similar son diferentes en los aspectos necesarios para hacer que cada parte encaje, sea el apoyo y la lanzadera de su otra mitad.
Dicen que su visión del mundo es igual, que son capaces de saber lo que la otra persona piensa o siente aun no teniéndola delante por la energía que los conecta, porque una vez que se han encontrado la fusión es tan grande que nadie ni nada podrá separarlos.
Seguro que al leer estas líneas te viene alguien a la cabeza ya sea de hace años o de hace un mes pero te aseguro que si cierras los ojos y piensas en esa persona notaras su energía tan cerca de ti que pensaras que te está tocando.
Si abres tu interior, el Universo te mostrará la magia, la sincronización y la armonía que hay para ti.
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