lunes, 16 de febrero de 2015

EL BAMBÚ Y TU ÉXITO

   Un hombre plantó una semilla y la regó por una semana, un mes, dos meses, seis meses, un año..... y no crecía nada de nada. Allí donde había puesto aquella semilla no asomaba absolutamente ni una flor, el hombre perdió la esperanza al ver que tras pasar invierno tras invierno, primaveras y veranos todo seguía igual. 

   Pero un día, después de siete largos años aquella semilla empezó a crecer con tanta rapidez y fuerza que no daba crédito a lo que estaba pasando. Así es el Bambú amigos, durante los primeros siete años echa raíces y raíces, pero una vez ya esta bien asentado y ha transcurrido ese tiempo crece 33 metros por mes!!!! Dicen que si te paras a mirarlo de cerca puedes ver como crece. Y es entonces cuando ningún viento puede derribarlo, ninguna tormenta le hace daño. 

   Tu éxito actúa igual, los primeros años los tienes que dedicar a formarte, a estudiar, a capacitarte. Estás echando las raíces del Bambú, pero una vez ha transcurrido ese tiempo empiezas a tener éxito, a crecer de una forma imparable, al igual que el viento o la tormenta que azota el fuerte Bambú tu tendrás que soportar personas intentando derribarte e imprevistos que afrontar, pero las raíces echadas te dan la fuerza y el conocimiento necesario para seguir creciendo pese a todo. 

   Veo personas molestas con los frutos que les da su árbol de la vida y, ¿sabéis que hacen? Se enfocan en los frutos, en como pueden obtener más, en cambiar los frutos sin darse cuenta que el problema no es ese sino las raíces que echó el árbol, como lo regaste cada día, cuanto te preocupaste por que creciera fuerte y sano. Los frutos nacen de la parte invisible al igual que tu vida. 

   Recuerda: La parte visible es el resultado de tu parte invisible

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